miércoles, 17 de octubre de 2018

                                                     Carta  al Juez Carzoglio

Hubo un día en que apareció en las cámaras de televisión y ese día será inolvidable. En ese momento, pude detenerme a observarlo, a escucharlo atentamente y quedar absorto. Sus palabras sonaron contundentes y no ocultaron un clamor a todos los ciudadanos, a hombres y mujeres de buena voluntad que quieren una patria justa, que confían en la Justicia, que batallan día a día buscando un mundo nuevo. Sus palabras rieladas no ocultan sus horas dramàticas pero inspiran a un llamado universal. Tuve la alegría de conocerlo en tiempos difíciles, pude escuchar consejos muy sabios y lo vi explicar en palabras sencillas a la gente humilde sobre el acceso a lo judiciable. Me apoyó en la lucha contra las mafias policiales, aquellas manos de obras extorsivas que intimidan fiscales y jueces y siempre parecen favorecidos en cualquier gobierno; me ayudó cuando las víctimas de mi Comunidad asediadas por diferentes noxas sociales buscaban ayuda; lo vi creando puentes cuando muchos pobres eran ninguneados por funcionarios judiciales simplemente por no tener recursos para pagar a un abogado; lo conocí sensible a la orfandad del mundo joven siempre perdido en el túnel del tiempo de las incomprensiones; fue comprensivo cuando le dije que desde los barrios más marginados de Avellaneda y de nuestro país la realidad se veía diferente. En fin, ese hombre cercano y amigo, aparecía gritando como Dostoieski que "la ignorancia debe desterrarse" y explicando la seriedad de los actos que son de su competencia. Sabemos que se ganará enemigos. Estará en una lista sin ninguna duda. Pero quiero que sepa que necesitábamos tanto de alguien que no signara su destino, y el nuestro, con el chantaje de los carpetazos, devolviendo el hálito a muchos que ya no creían más en el poder judicial. La liviandad con que se utiliza el instituto de la prisión preventiva y el descarte a priori de la presunción de inocencia son temas que nos atañen a todos. Si esto acontece con personas con tanta repercusión mediática, imagínese qué no pasará en el mundo de los más pobres que claman Justicia. La manipulación por los medios genera un alto impacto convirtiendo simples expedientes en verdaderas bombas radioactivas y la actitud antiética de algunos jueces y fiscales inaugura un tiempo siniestro de escándalo y desverguenza. ¡Y ni siquiera se salva la Corte! Los cristianos solemos hacer pie en la Historia de un pueblo que nace cuando José es vendido por sus hermanos (Gn 37, 1-28). Ese acto llevó a José y a su pueblo a siglos de esclavitud, rememorados permanentemente como su gran tragedia. De esa lección entendemos que los actos nos comprometen y siempre marcan el futuro. Celebro hoy su entrega generosa y su actitud de valentía. Cuente siempre con este pueblo que está del otro lado de la historia...

martes, 11 de septiembre de 2018


La hipocresía del los Grupos Pro Vida. Revista "Nuestras Voces". 24/07/2018

http://www.nuestrasvoces.com.ar/mi-voz/la-hipocresia-de-los-grupos-pro-vida/


              Carta abierta a Pilar Aquino


      Durante nuestra cansina reflexión durante el III Congreso de Teología Intercontinental en El Salvador, apareció súbitamente tu voz que fue, lejos, quien más nos sacudió de nuestro marasmo intelectual. Quisiera dar un segundo tiempo a tus reflexiones que creo urgentes, y cuando digo “urgentes” digo necesitados de ser “a martillazos” en la estantería anquilosada de nuestras instituciones.
   La cuestión femenina será siempre un deber pendiente en nuestra Iglesia. Recuerdo de aquella Carta que Casaldáliga dirigiera a Juan Pablo II en 1982 donde ya le recordaba no existen razones teológicas o filosóficas para extender en el tiempo una segregación tan inhumana y tan antievangélica. “Tradiciones culturales masculinizantes que no pueden anular la novedad del Evangelio”, escribía Don Pedro. (*) Tenemos que recoger todas las experiencias comunitarias donde la Mujer ha sido pionera en la defensa de la Vida y donde ejerce su autoridad en forma de servicio y preguntarnos qué patología nos hace pensar que es normal seguir concentrando poder en forma masculina. En las estructuras suelen estar bien diferenciados los lugares, dotes, actividades, capacidades, impidiendo que las mujeres “contaminen” los sagrados lugares del varón: los seminarios, los retiros, los ejercicios espirituales, etc. También están anuladas en grupos llamados progresistas de sacerdotes que solo las incorporan a los servicios higiénicos y nutricionales.   En el llano, en el barrio y en la mazmorra latinoamericana diseminada, hace mucho que caminamos juntos, abrazados al dolor de nuestro pueblo, como compañeros y compañeras, asistiendo, alertando, gritando, programando y celebrando. Hay tantos Padres de la Teología Latinoamericana como Madres que nos han enseñado caminos nuevos, vitales, a los que no queremos renunciar. Estos nada tienen a envidiar a los clásicos de la Patrística grecorromana. Los días en El Salvador nos llamaron a la memoria de los padres asesinados, siempre tan presentes e imprescindibles, pero lamentablemente nada se dijo de las Hermanas de Maryknoll, asesinadas apenas 9 meses después de Romero.  Hay una tendencia a sobrevalorar la masculinidad épica por sobre la propia historia, cuando está claro que fue una matanza colectiva sin precedentes en América Latina, una Iglesia que quisieron diezmar ejemplarmente y donde hubo hermanas y hermanos que dieron su vida acompañando los tormentos de su propio pueblo. Me da la impresión de que a nuestra Teología de la Liberación le falta esa audacia para adoptar el feminismo como método y lenguaje. No sólo por sus expresiones sexistas que son legítima tradición del exceso de testosterona sino por la falta de crítica al poder espasmódico de los organismos centrales de las numerosas curias del mundo donde se practican el lobbismo, el oscurantismo, la intriga y los complots de todo tipo. En este contexto, la excomunión de un sacerdote de Maryknoll, el padre Roy Bourgeois, no podrá ser justificado jamás. Estuvo 40 años en Perú entre los pobres, era quien escrachaba todos los años la Escuela de las Américas, fue eyectado por haber apoyado el sacerdocio femenino!. No hubo un solo pedófilo que haya sido excomulgado. Ese verdadero ejército de predadores que hizo tanto mal a víctimas indefensas,  todavía son comprendidos apenas como pecadores difamados! En mi país, algunos gozan de buena salud luciendo sus vestes clericales.
  La explosión de muchas décadas de abuso que abordaste tiene que ver con el mismo ADN del patriarcado. La complicidad de su cadena de mando y una cultura de tolerancia, forman el paquete explosivo que llenó de víctimas el cuerpo de la Iglesia. Es incomprensible continuar con este esquema de poder. Es impensable una depuración clerical por el simple hecho de pedir “perdones” afligidos mientras se mejora la cultura del ocultamiento y la complicidad. Temo decirte que los psicópatas no tienen cura porque no son enfermos: Son inescrupulosos delincuentes que nunca tuvieron vocación de nada y que encontraron la puerta abierta de la Iglesia para entrar y agredir a mansalva. Eso solo se puede entender desde un estilo de poder que esclaviza a las personas y los torna vulnerables a los deseos de los señores feudales. Además, la enorme confusión de confrontarlos con homosexuales desviados solo provoca más impunidad. Existe una banda de heterosexuales bien sucedidos que tocan a chicas en los confesionarios abusando de su condición de derecho de pernada.
  Finalmente, vale la pena recrear la metamorfosis de la Moral Social, típica del Jesús de Galilea a una reflexión que solo apunta al pecado sexual e individual. Esta trasmutación desvirtuó tanto la sexualidad humana hasta transformarla en albo de culpa y miedo. Los confesionarios fueron utilizados como sitios de captura de víctimas que luego pagarían eternamente con su salud mental. Es hora de devolver la belleza a la sexualidad y darle la libertad a las personas de tener la salud reproductiva más adecuada a ellxs mismxs y a sus parejas. Todos los discípulos y discípulas de Jesús debemos dejar los templos entristecidos, así como lo veía Bernanos, y volver a las calles, caminos, estradas, campamentos, a las orillas de lagos, a los barracos del mundo, a las tiendas de campaña y primerear diciendo: “felices los pobres..”(Mt 5,1) Eso nos hará un pueblo más sensible y creíble. Querida Pilar, tenenos en cuenta para esta Revolución..





martes, 31 de octubre de 2017

DESDE EL ABISMO..

                                                 
                                                   DESDE EL ABISMO…

            “Desde el abismo clamo a ti Señor” parido por el corazón del teólogo y amigo Pedro Pablo Achondo Moya quiere llamar a toda la humanidad dolida sobre su propia condición. El salmo 130 no es más que la excusa para abordar uno de los frentes más intempestivos y arrolladores de la vida humana. ¿Quién puede descifrar el lenguaje de ese episodio descomunal que deja mayormente sus secuelas y que pulveriza más aún la vida ya frágil de los pobres?. El sufrimiento no forma parte hoy de la agenda de los escritos teológicos tradicionales, tal vez porque desde las cátedras dogmáticas se pontifique con dureza la “resignación” que debe acompañar ese evento desgarrador. Tampoco se esperará  interpretaciones en la sociedad capitalista que lo promueve por todo el planeta con escandalosa perversidad, desparramando interminable sed de venganza hacia blancos disparatados y ufanándose  de millones de víctimas inmoladas. En la obra subyace permanentemente la memoria del Holocausto que, como exergo e incitación, nos induce a la reflexión sobre el sufrimiento provocado y la desesperada búsqueda de Dios al mismo tiempo.   Algunas memorias vuelven del exilio literario para darnos luz sobre muchos otros dolores que ponen en zozobra nuestra vida, sobre todo en este continente de permanente injusticia. Los testimonios de Lytta Basset y las referencias a Thevenot, Metz, Hillesum, Gustavo Gutierrez, entre otros, nos hacen viajar en una mancomunada reflexión filosófica y teológica con acento en una nueva Ética ante el siempre mutable rostro de los millones de sufrientes necesitados de consuelo. La primera, una teóloga suiza de primera línea que supo poner la piel a esta reflexión urgente y necesaria. El texto  mezcla rigor intelectual con sencillez de poeta de pueblo.  Su principal logro será hacernos pensar en lo posible: la osadía de la compasión, la revolucionaria manera de descubrir a Dios en los sufridos de la Historia y el descubrimiento de que aquellos actos nos reconstruyen a nosotros mismos,  con la posibilidad de inclinar la balanza hacia los débiles. No es la obra de caridad que entusiasma a las clases medias maquilladas, es el acto de amor jugado que traspasa límites para llegar a la otra orilla, es la audacia colectiva de “perder” el tiempo para curar un herido del camino abandonado por todos. Esta ópera prima de la acción compasiva tiene sus ribetes emocionantes. No será ya lo mismo abordar el sufrimiento después de repensar a los filósofos de la alteridad como Buber o Lévinas, este último con marcas epidérmicas de los campos que tuvo la posibilidad de ir al ovillo de la Libertad intelectual renaciendo permanentemente para no morir. Así como Levi, Wiesel o Bauman, sobrevivieron con su memoria intacta y  nos “provocan” e inquietan apasionadamente. O desde la capacidad de Benjamin de rever la Historia desde otro lugar, una aventura a la que nuestros teólogos de la Liberación nos tienen acostumbrados, con peor o mejor suerte. No será lo mismo colocarse del lado de los vencidos- acorralados de la Historia,  emboscados por tantas pestes y quebrantos.  O la sensibilidad de Dufief  quien carga con desesperación su dolor psíquico clamando a su Salvador.  Pedro Pablo eligió pensadores poseedores de  enormes heridas imposibles de  exorcizar con ritos protocolizados. Cada uno de ellos desnuda  su originalidad y su resiliente actitud superadora. Mi primer encuentro de impacto irreversible con los sufrientes fue cuando Dom Paulo Evaristo me pidió vivir con Enfermos de SIDA a fines de los 80, una escuela que llevé con dolor y esperanza por 6 largos años y que marcó profundamente mi vida personal.  Fue allí cuando me quedé  sin retórica y nací a una nueva realidad.  Y desde allí amanecería todos los días de mi vida con el sufrimiento  golpeando a mi puerta.  “Desde el abismo..” me hizo bucear en las miles de preguntas pendientes, en las centenares de horas de trabajo en la salud buscando aliviar la agonía de los que viven el dolor en soledad y la alegría que vuelca mi pueblo  luchador sin dejarse vencer. Bienvenido sea este crisol que hackeará nuestro pesmismo e iluminará un poco más nuestro  horizonte. 

martes, 26 de septiembre de 2017


                                          EPISCOPADO INSENSIBLE
En la Argentina del reino del revés, el presidente y sus comensales, libidinalmente atados a la timba financiera, se dedican a tocar el harpa mientras el Titanic se hunde. Un solo grupo de privilegiados me llama la atención: los obispos de la Argentina. A pesar del esfuerzo de Francisco por denunciar a esta “economía que mata”, el episcopado parece no acusar recibo y se muestra agraciado con el gobierno de la oligarquía plutócrata. Mientras tanto, otra Iglesia se la juega en los barrios, entre los desplazados, los ninguneados, los negros que no aprenden nunca a “emprender” algun negocio. Allí donde se pelea el futuro, en el centro neurálgico de la vida amenazada, allí “otra Iglesia también es posible”.
En los tiempos del Neoliberalismo una cosa llama poderosamente la atención: el silencio del Episcopado ante el inhumano despojo de los más débiles de su derecho a la Vida. El sistema no admite contemplaciones, hace estadísticas, descarta, prescinde, suprime, hace caja. Los que hicieron mérito estarán adentro del reino, los que no, que aprendan y sigan participando. Es así que, con el advenimiento del Capital maquillado y la caída del muro de los peligrosos populismos en América Latina, los pobres deberán forjarse una supervivencia a cualquier costo.
Los signos de los tiempos están a la vista: aumento de los ìndices de pobreza, miseria y personas en situación de calle, falta de trabajo, represión, endeudamiento infernal, presos políticos. El país entristeció aún más cuando vimos estupefactos cómo la Gendarmería se llevó a Santiago Maldonado posterior a la terapia oficial de los palos y las balas y cómo su familia lo busca desesperadamente. Su clamor ha llegado a lugares recónditos e impensados. El mundo solidario pide por él.
En la Argentina del reino del revés, el presidente y sus comensales, libidinalmente atados a la timba financiera, se dedican a tocar el harpa mientras el Titanic se hunde. Un solo grupo de privilegiados me llama la atención: los obispos de la Argentina. A pesar del esfuerzo de Francisco por denunciar a esta “economía que mata”, el episcopado parece no acusar recibo y se muestra agraciado con el gobierno de la oligarquía plutócrata.
La corpo de gordos de la Comisión permanente sigue su histórico debate sobre el sexo de los ángeles mientras la pobreza hace cuerpo en el país. Los comedores, albergues y merenderos no dan abasto. Los santuarios se llenan de gente pidiendo apenas una changa para sobrellevar el día. Esta insensibilidad tiene sus orígenes. Los “muy señores” son herederos de la cúpula eclesiástica que necesitó la dictadura para sostenerse. En ese concubinato aceptaron todas las reglas de juego del genocidio, sus métodos, su ocultamiento, sus documentos doctrinarios. “Fue cuando callaron las iglesias” hemos repetido hasta el cansancio dándonos cuenta dolorosamente. Fue cuando ningunearon a las víctimas, parieron la célebre Teoría de los dos demonios, negaron hasta a sus propios hermanos devorados por el sistema y cobraron tranquilamente la propina que Videla les empezó a pagar por sus servicios. Semejante prehistoria los compromete.  La nueva generación ya no se puede decir partícipe directo del genocidio, salvo Casaretto, pero las huellas de sus predecesores nunca fue denostada, ni siquiera criticada.
Los “muy señores” son herederos de la cúpula eclesiástica que necesitó la dictadura para sostenerse. En ese concubinato aceptaron todas las reglas de juego del genocidio, sus métodos, su ocultamiento, sus documentos doctrinarios.
Actualmente, el nuevo cuerpo se siente cómodo con el gorilaje macrista cuya filosofía de nivel escolar no exige grandes presupuestos morales. Casi todos los clones dirigentes son egresados de claustros sagrados. Sus actitudes antievangélicas hacia los más pobres, los trabajadores, los estudiantes, científicos, la familia de Maldonado, no fueron mínimamente puestas en duda.
Esa complicidad es la que nos parece bárbara y siniestra y nos llama a escribir este texto desesperado.¿Es posible que los se jactan de ser profesionales de la Religión silencien las atrocidades de la orgía capitalista? ¿Es posible ver a sus hermanos más pobres clamando al cielo por un trabajo y no ser sensibles a ello?. Hoy ya es muy dificil ocultar estas preguntas en el contexto de una sociedad que aprendió a ser crítica y ya no se entiende “dócil” a la perorata religiosa establecida. La gente quiere comer y sus verdugos se lo impiden. ¡Cómo no entenderla!
Por otro lado, vemos un pasado oscuro regresar. La vicepresidenta Michetti leyendo lecturas bíblicas en un Congreso eucarístico, el tristemente célebre Obispado castrense se recicla con un negacionsita al frente pagado en su totalidad por el Estado, las reuniones del Episcopado paren “perdones” a los genocidas y además los casos de pedofilia llegan a institutos de sordomudos bancados por el gobierno mendocino. No hay duda de que no se puede uno sentir cómodo en este presente. Mientras tanto, otra Iglesia se la juega en los barrios, entre los desplazados, los ninguneados, los negros que no aprenden nunca a “emprender” algun negocio. Allí donde se pelea el futuro, en el centro neurálgico de la vida amenazada, allí “otra Iglesia también es posible”.

lunes, 10 de abril de 2017

         LA SONRISA DE MICAELA

No me canso de mirarte. Y escribo porque este silencio me atormenta. El silencio del aparato patriarcal criminal azuzado por la derecha apolillada que
nos gobierna, el mutismo de rostros femeninos adosados a ellos, inertes, cómplices, sonrientes en los banquetes masculinos de los que garpan la fiesta, el chistido de los señores de corbata que marcan la moral, a la noche van de putas y al día siguiente se sientan con la Legrand a pontificar, el sepulcralismo de los dueños de la religión que nunca se dan por enterados, de sillones cada vez más amplios curioseando enmudecidos como epitafios vivientes. Serás siempre un emblema, un apelo, un llamado, un estandarte..Tu rostro militante nos interpelará a todxs porque tu voz se encontró paradojalmente cercada en el laberinto contra el que tanto luchaste, donde se dirigen las víctimas de siglos
de pensamiento machista, infectados en los genes de generaciones cada vez más violentos. Tu militancia es la gran diferencia que marca un antes y un después, la palabra de tus padres que no emite una pizca de venganza y nos llena de orgullo porque esa reflexión sale de miles de horas populares cocinadas en los barrios y en sus humildes asambleas. El sistema de complicidades, el juez de ejecución penal, sus lacayos, los medios misóginos, el atroz espectáculo de testosterona inutil del Congreso, las consignas masculidólatras de los ministros de la corte, los popes sindicales tan varoniles que les sienta tan bien el hambre del pueblo, los trollcenters difundiendo siempre algo podrido por las cada vez más peligrosas redes cuya patología ha perdido el control. La Aguadas, Michettis, Vidales, y sus réplicas y clones, son espantajos, fantoches y figurones de un mundo que alaba el crimen del blanco-masculino-occidental y de aquellos sementales educados en las aulas marmoladas donde se prohíbe hablar de sacerdocio femenino. Yo los acuso a todos, porque su herpetario asiste hipócritamente a ese terrorismo contra la mujer sin acusar recibo ni ser nunca salpicados. Vos representás esa generación maravillosa, ícono de tan solo 21 años, que con sonrisa luminosa crea, inventa como puede en los barrios un nuevo amanecer para quienes ya lo perdieron todo. Tu último dolor público fue justamente cuando el ejército del Faraón entró a moler a palos y gases a los pibes del comedor "Cartoneritos". ¡Cómo no te iba a doler eso! Sabiéndote arrebatada por la solidaridad por los más débiles, conociéndote inundada de amor reverencial."Son 30.000" gritabas en las calles entre los últimos combates que diste cuerpo a cuerpo contra este sistema que te llevó. Siendo realistas, nos llevará una eternidad rehacerte en esta humanidad llena de tumbas pero nuestra utopía nos hace creer que estarás allí en cada marcha, en cada movida, lista a hornear un ser humano nuevo como nos pedía el Che. Compañera, mujer, militante, que tengas buen vuelo y regreses pronto. No demores.

viernes, 22 de abril de 2016

LO CATÓLICOS QUE NOS GOBIERNAN

Sorpresivamente este año nos despertamos viendo que al gobierno habían llegado las huestes de egresados del Cardenal Newman, de la UCA, del Austral, del Champagnat, del Salvador y otras instituciones de  matrícula de destacados, aulas de primer nivel nunca ausentes en la formación de cuadros de elite.  Frigerio, Dietrich, Prat Gay, Marcos Peña, Laura Alonso, Castelli, La Pitonisa Carrió, el propio Macri, solo para nombrar la primera línea. La cultura católica insuflada en aquellos entes instauradores desnuda la hipocresía de una clase que utiliza la religión como médula doctrinaria para garrotear a los pobres. No hace falta hacer historia para encontrar numerosos ejemplos de personajes de la farándula política con los mismos bagajes e instituciones con los mismos ejes antirrepublicanos. Estos tuvieron su momento de éxtasis en las crisis de devastación de lo popular: la década infame, la revolución libertadora, la dictadura genocida del 76 y en tantos momentos cuando pudieron aflorar su religare al dios de la fortuna.  Semejante Banda de creyentes piadosos, al pensar de cualquier transeúnte distraído, nos traería el mismísimo Reino de Dios en cómodas cuotas. Pero no, la historia es otra, los modelos no son los evangélicos y los títulos con cruces no significan nada (o significan lo contrario) de la defensa de la dignidad humana.
Los “cruzados” aparecen por miles y se sienten a gusto cuando algo de “orden” se pone en la vida de la Nación.  La mayoría forma parte y se suma a la estrategia hegemónica de la clase dominante. Ésta tiene todo el universo material y simbólico a sus pies para ampliar, profundizar y consolidar el dominio que ejerce a punta de pistola sobre el pueblo indefenso. En esa estrategia es fundamental la utilización de la religión como factor para influir sobre la población y favorecer su instauración. Son militantes de una “gracia” particular, privilegiada, selectiva, superior, afortunada, que tendrán la tarea de la producción de prácticas y discursos que legitimen, sacralicen y sostengan el modelo de opresión. En sus speechs, sostienen que fuerzas sobrenaturales confirman a diario la realidad y execran, censuran e imprecan los modelos populares porque estos conspiran y amenazan su posición dominante. En pocas palabras, hablan y actúan así porque son herederos puros de la dominación, son el poder real y sus estandartes muestran la pertenencia distintiva a su religión burguesa inmaculada y excluyente. No son grandes practicantes, son más bien adictos al new age y a gurúes consoladores, pero sus palabras y maldiciones muestran sus vetas de predicadores políticos bajo un manto de sensiblería insípida y desnudan sus reprobaciones inflexibles contra quienes no cumplen con su moral inquebrantable.
Las actitudes más antievangélicas hacia los trabajadores y los más pobres las hemos visto en estos 4 meses:  Despedir era la lógica del modelo que defienden pero despedir humillando, degradando, avergonzando, muestra un rostro repugnante;  Hemos visto la elevación sacral del Mercado por encima de la Vida, del trabajo y de la dignidad humana; Los tarifazos disparados hacia los hogares más humildes y desprotegidos sin piedad; el celo por el modelo se ha llevado dos vidas que se encontraron con sus recibos de sueldo famélicos de un día para otro; La actitud despectiva de llamar “grasa” a quienes también son sus hermanos;  el desprecio por planes de vivienda, becas de estudiantes, planes maternales, flagran su desprecio a la vida más amenazada. ¿Son lógicas posibles para una persona que dice abrazar una Fe que tiene su impronta en el “amor al prójimo”?  No, sin duda estamos gobernados por católicos “off shore” que hicieron de la Fe una letra comercial y que nunca podríamos llamar de cristianos.
Una crítica no menor se debe a las instituciones católicas. Sorprende mirar con estas orfebrerías de formación de dictadores, especuladores, autoritarios de diverso pelaje, estafadores, usureros, pillos enriquecidos de la plata de los pobres, patrones del desfalco y la evasión impositiva, ahorristas que esconden su dinero donde se guarecen economías de guerras y fratricidios.  Cuanta doctrina pseudorreligiosa de seguridad nacional haya crecido se ha caracterizado por el desprecio del otro y se ha debatido en las aulas donde se formaron estos cátaros intransigentes que siempre tienen la oportunidad histórica de salir del clóset de la Intolerancia y mandar “matar a su hermano”. Definitivamente, esos criaderos de fariseos no tienen nada que ver con Jesús de Nazareth. Tampoco las agrupaciones de laicos de discursos angelados, presuntamente despolitizados, clerifílicos, deshistorizados y narcotizantes. Suelen abrazar la misma derecha y despreciar lo popular aún cuando sus líderes hayan salido de las mismas bocas del lobo que persiguen inhumanamente. La UCA de Puerto Madero debería cerrarse y ofrecerse como museo. Allí veríamos el pasado. El tiempo en que los cristianos corrompieron sus principios más auténticos. El tiempo en que el Templo se dedicó a educar cambistas y mercenarios. Cerrarse como una fábrica cierra cuando su producción es decadente. Y volver a abrirse como Escuela, humilde y generosa donde cristianos y no cristianos puedan compartir otros liderazgos sin perifollos, con autenticidad evangélica y autores proféticos de  tiempos nuevos.