Carta al Juez Carzoglio
Hubo un día en que apareció en las cámaras de televisión y ese día será inolvidable. En ese momento, pude detenerme a observarlo, a escucharlo atentamente y quedar absorto. Sus palabras sonaron contundentes y no ocultaron un clamor a todos los ciudadanos, a hombres y mujeres de buena voluntad que quieren una patria justa, que confían en la Justicia, que batallan día a día buscando un mundo nuevo. Sus palabras rieladas no ocultan sus horas dramàticas pero inspiran a un llamado universal. Tuve la alegría de conocerlo en tiempos difíciles, pude escuchar consejos muy sabios y lo vi explicar en palabras sencillas a la gente humilde sobre el acceso a lo judiciable. Me apoyó en la lucha contra las mafias policiales, aquellas manos de obras extorsivas que intimidan fiscales y jueces y siempre parecen favorecidos en cualquier gobierno; me ayudó cuando las víctimas de mi Comunidad asediadas por diferentes noxas sociales buscaban ayuda; lo vi creando puentes cuando muchos pobres eran ninguneados por funcionarios judiciales simplemente por no tener recursos para pagar a un abogado; lo conocí sensible a la orfandad del mundo joven siempre perdido en el túnel del tiempo de las incomprensiones; fue comprensivo cuando le dije que desde los barrios más marginados de Avellaneda y de nuestro país la realidad se veía diferente. En fin, ese hombre cercano y amigo, aparecía gritando como Dostoieski que "la ignorancia debe desterrarse" y explicando la seriedad de los actos que son de su competencia. Sabemos que se ganará enemigos. Estará en una lista sin ninguna duda. Pero quiero que sepa que necesitábamos tanto de alguien que no signara su destino, y el nuestro, con el chantaje de los carpetazos, devolviendo el hálito a muchos que ya no creían más en el poder judicial. La liviandad con que se utiliza el instituto de la prisión preventiva y el descarte a priori de la presunción de inocencia son temas que nos atañen a todos. Si esto acontece con personas con tanta repercusión mediática, imagínese qué no pasará en el mundo de los más pobres que claman Justicia. La manipulación por los medios genera un alto impacto convirtiendo simples expedientes en verdaderas bombas radioactivas y la actitud antiética de algunos jueces y fiscales inaugura un tiempo siniestro de escándalo y desverguenza. ¡Y ni siquiera se salva la Corte! Los cristianos solemos hacer pie en la Historia de un pueblo que nace cuando José es vendido por sus hermanos (Gn 37, 1-28). Ese acto llevó a José y a su pueblo a siglos de esclavitud, rememorados permanentemente como su gran tragedia. De esa lección entendemos que los actos nos comprometen y siempre marcan el futuro. Celebro hoy su entrega generosa y su actitud de valentía. Cuente siempre con este pueblo que está del otro lado de la historia...
miércoles, 17 de octubre de 2018
martes, 11 de septiembre de 2018
La hipocresía del los Grupos Pro Vida. Revista "Nuestras Voces". 24/07/2018
http://www.nuestrasvoces.com.ar/mi-voz/la-hipocresia-de-los-grupos-pro-vida/
Carta abierta a Pilar Aquino
Durante nuestra cansina reflexión durante el
III Congreso de Teología Intercontinental en El Salvador, apareció súbitamente
tu voz que fue, lejos, quien más nos sacudió de nuestro marasmo intelectual.
Quisiera dar un segundo tiempo a tus reflexiones que creo urgentes, y cuando
digo “urgentes” digo necesitados de ser “a martillazos” en la estantería
anquilosada de nuestras instituciones.
La cuestión femenina será siempre un deber
pendiente en nuestra Iglesia. Recuerdo de aquella Carta que Casaldáliga
dirigiera a Juan Pablo II en 1982 donde ya le recordaba no existen razones
teológicas o filosóficas para extender en el tiempo una segregación tan inhumana
y tan antievangélica. “Tradiciones culturales
masculinizantes que no pueden anular la novedad del Evangelio”, escribía
Don Pedro. (*) Tenemos que recoger todas las experiencias comunitarias
donde la Mujer ha sido pionera en la defensa de la Vida y donde ejerce su
autoridad en forma de servicio y preguntarnos qué patología nos hace pensar que
es normal seguir concentrando poder en forma masculina. En las estructuras
suelen estar bien diferenciados los lugares, dotes, actividades, capacidades,
impidiendo que las mujeres “contaminen” los sagrados lugares del varón: los
seminarios, los retiros, los ejercicios espirituales, etc. También están
anuladas en grupos llamados progresistas de sacerdotes que solo las incorporan
a los servicios higiénicos y nutricionales. En el
llano, en el barrio y en la mazmorra latinoamericana diseminada, hace mucho que
caminamos juntos, abrazados al dolor de nuestro pueblo, como compañeros y
compañeras, asistiendo, alertando, gritando, programando y celebrando. Hay
tantos Padres de la Teología Latinoamericana como Madres que nos han enseñado
caminos nuevos, vitales, a los que no queremos renunciar. Estos nada tienen a
envidiar a los clásicos de la Patrística grecorromana. Los días en El Salvador
nos llamaron a la memoria de los padres asesinados, siempre tan presentes e
imprescindibles, pero lamentablemente nada se dijo de las Hermanas de Maryknoll,
asesinadas apenas 9 meses después de Romero. Hay una tendencia a sobrevalorar la masculinidad
épica por sobre la propia historia, cuando está claro que fue una matanza
colectiva sin precedentes en América Latina, una Iglesia que quisieron diezmar
ejemplarmente y donde hubo hermanas y hermanos que dieron su vida acompañando
los tormentos de su propio pueblo. Me da la impresión de que a nuestra Teología
de la Liberación le falta esa audacia para adoptar el feminismo como método y
lenguaje. No sólo por sus expresiones sexistas que son legítima tradición del
exceso de testosterona sino por la falta de crítica al poder espasmódico de los
organismos centrales de las numerosas curias del mundo donde se practican el
lobbismo, el oscurantismo, la intriga y los complots de todo tipo. En este
contexto, la excomunión de un sacerdote de Maryknoll, el padre Roy Bourgeois, no
podrá ser justificado jamás. Estuvo 40 años en Perú entre los pobres, era quien
escrachaba todos los años la Escuela de las Américas, fue eyectado por haber
apoyado el sacerdocio femenino!. No hubo un solo pedófilo que haya sido
excomulgado. Ese verdadero ejército de predadores que hizo tanto mal a víctimas
indefensas, todavía son comprendidos
apenas como pecadores difamados! En mi país, algunos gozan de buena salud
luciendo sus vestes clericales.
La explosión de
muchas décadas de abuso que abordaste tiene que ver con el mismo ADN del
patriarcado. La complicidad de su cadena de mando y una cultura de tolerancia,
forman el paquete explosivo que llenó de víctimas el cuerpo de la Iglesia. Es
incomprensible continuar con este esquema de poder. Es impensable una
depuración clerical por el simple hecho de pedir “perdones” afligidos mientras
se mejora la cultura del ocultamiento y la complicidad. Temo decirte que los
psicópatas no tienen cura porque no son enfermos: Son inescrupulosos
delincuentes que nunca tuvieron vocación de nada y que encontraron la puerta
abierta de la Iglesia para entrar y agredir a mansalva. Eso solo se puede
entender desde un estilo de poder que esclaviza a las personas y los torna
vulnerables a los deseos de los señores feudales. Además, la enorme confusión
de confrontarlos con homosexuales desviados solo provoca más impunidad. Existe una
banda de heterosexuales bien sucedidos que tocan a chicas en los confesionarios
abusando de su condición de derecho de pernada.
Finalmente, vale la
pena recrear la metamorfosis de la Moral Social, típica del Jesús de Galilea a
una reflexión que solo apunta al pecado sexual e individual. Esta trasmutación
desvirtuó tanto la sexualidad humana hasta transformarla en albo de culpa y miedo.
Los confesionarios fueron utilizados como sitios de captura de víctimas que
luego pagarían eternamente con su salud mental. Es hora de devolver la belleza
a la sexualidad y darle la libertad a las personas de tener la salud
reproductiva más adecuada a ellxs mismxs y a sus parejas. Todos los discípulos y
discípulas de Jesús debemos dejar los templos entristecidos, así como lo veía
Bernanos, y volver a las calles, caminos, estradas, campamentos, a las orillas
de lagos, a los barracos del mundo, a las tiendas de campaña y primerear
diciendo: “felices los pobres..”(Mt 5,1) Eso nos hará un pueblo más sensible y
creíble. Querida Pilar, tenenos en cuenta para esta Revolución..
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